
La desinformación hace que le temamos más a los sismos
En una entrevista exclusiva con el Doctor Jaime Arturo Belmonte-Pool quien es académico del Departamento de Geofísica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, nos dio información respecto de los sismos.
El pasado 24 de marzo en la madrugada se sintió un sismo que alarmó a toda la comunidad de Concepción, creando el pensamiento erróneo de que puede llegar a pasar un desastre natural grave, junto con las típicas teorías que solo alimentan la desinformación. A estos sismos no hay que temerles, es entendible que causen pánico, pero a la hora de conocer más sobre estos fenómenos, se logra comprender que no es algo de lo que tengamos que temer. Pero sí estar siempre prevenidos.
El doctor explica los fenómenos de la siguiente manera “se habla de fracturas o rupturas, es decir, hay un fenómeno de quiebre. Lo que significa fisuras en ciertas zonas del planeta en su capa más superficial. Los contactos entre placas tectónicas son fuente sísmica de la mayor cantidad de sismos en el planeta”. También señaló que no existe una diferencia real entre los distintos términos como temblor, terremoto y sismo, ya que todos definen el mismo fenómeno. La variación depende del idioma o del uso local; por ejemplo en Chile el concepto de temblor es un movimiento leve, mientras que terremoto se asocia como un movimiento más grande pero técnicamente ambos son sismos.

Dadas las diversas teorías que han estado creciendo en relación a la forma de predecir los sismos, el académico desmiente estas especulaciones; “no se puede saber, no hay metodología ni equipo que permita hoy en día predecir eventos sísmicos”, sin embargo, estas hipótesis nacen de un concepto distinto. Belmonte-Pool explica, “lo que sí se conoce es que uno puede establecer zonas calificadas de laguna o gap sísmico lo que significa que cierto periodo de recurrencia empíricamente determinado ya ha transcurrido. A lo largo de Chile, este periodo es del orden de 80 a 100 años para eventos con magnitud mayor a 8.0 aproximadamente”.
La zona de Atacama, Copiapó, Chañaral, por ejemplo, está calificada hoy en día como un gap sísmico, pues el último terremoto ocurrió en noviembre de 1922, por lo tanto, ya han pasado más de 100 años. Según esto se espera que la zona libere la energía acumulada con un terremoto de tamaño parecido al de 1922. Así entonces una zona como Atacama se debe preparar para un evento importante.
Los terremotos son eventos complejos, “son como una suma de temblores de distintos tamaños que ocurren durante un espacio de tiempo de minutos; hay una velocidad de ruptura, es como un tren que avanza, el cual va rompiendo la roca”. El hipocentro es el punto de inicio de la ruptura; el epicentro es la proyección vertical del hipocentro en la superficie, es decir, la zona donde primero se sentirán las ondas sísmicas que son generadas por la fuente sísmica y generalmente la más afectada.
El profesor dio algunas indicaciones para prevención, “una recomendación super utilitaria es, por ejemplo, tener conversaciones en la familia, establecer puntos de encuentro como la escuela o colegio si es que un sismo importante ocurre en días de semana durante la jornada de trabajo. También evitar que el pánico genere accidentes. Tener mochilas de emergencia con suministros e identificar zonas seguras es algo a lo que los chilenos deben acostumbrarse, al vivir en un país sísmico como lo es Chile”.