19/01/2025
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Descubrimiento sobre reconexión magnética en el espacio válida predicción teórica del doctor Jaime Araneda

Un reciente hallazgo sobre reconexión magnética y los fenómenos asociados en plasmas, realizado con los datos de la misión MMS (Magnetospheric Multiscale Mission) ha confirmado un mecanismo físico propuesto por el doctor en física, Jaime  Araneda Sepúlveda, profesor de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Concepción. Este descubrimiento abre nuevas perspectivas sobre cómo se disipa las energía y la turbulencia en los plasmas espaciales, particularmente en la magnetósfera terrestre.

La misión MMS, cuyo objetivo es estudiar la reconexión magnética, permitió captar datos cruciales sobre los procesos físicos que ocurren cuando el viento solar impacta a la magnetopausa, la frontera externa de la magnetosfera de la Tierra. Este fenómeno, fundamental en la física de plasmas, se produce cuando las líneas del campo magnético se reorganizan, liberando energía que se convierte en cinética, térmica y en la aceleración de partículas que constituyen el plasma.

El reciente descubrimiento, liderado por el investigador Xin An y sus colaboradores, reveló que las ondas de Alfvén generadas en la zona de reconexión magnética transfieren su energía a ondas de presión, las cuales no solo aceleran haces de iones, sino que también calientan el plasma, generando distribuciones de velocidad con una cola distintiva que se mueve a una velocidad cercana a la de Alfvén.

Este fenómeno estaba previsto en un artículo publicado en 2008 por Araneda y su equipo, quienes propusieron un mecanismo para entender cómo las ondas de Alfvén afectan a las distribuciones de velocidad de los protones en el plasma. Según Araneda, “en nuestro artículo de 2008, propusimos que las ondas de Alfvén se descomponen en otras ondas de Alfvén y también en dos tipos de ondas de presión, las que debían  generar una distribución estadística de velocidades en los protones que podría ser detectada experimentalmente. Los datos de MMS, confirman en detalle nuestro estudio”.

El análisis matemático realizado por el doctor Araneda y sus colaboradores utilizó la ecuación de Vlasov-Maxwell, una herramienta fundamental para describir la dinámica microscópica de los plasmas en condiciones donde las colisiones entre partículas son muy raras. Mediante simulaciones computacionales, el equipo fue capaz  de demostrar además cómo las ondas generadas afectan la dinámica del plasma, tal como fue observado en las mediciones realizadas.

“Este descubrimiento no solo valida experimentalmente nuestras ideas, sino que también abre la puerta a nuevas formas de entender la disipación de energía en los plasmas turbulentos. Al identificar el mecanismo que genera estas ondas, podemos aplicar este conocimiento a otros plasmas espaciales donde también ocurre reconexión magnética”, añadió Araneda.

La importancia de la misión MMS radica en su capacidad para observar fenómenos a escalas muy pequeñas, lo que permite estudiar la reconexión magnética con detalles nunca antes alcanzados. Este avance también tiene implicaciones en otros campos de la física de plasmas, como la astrofísica y la investigación de fusión nuclear. Comprender cómo se disipa la energía en los plasmas podría tener aplicaciones en la mejora de las tecnologías de control de plasmas, con vistas a desarrollos en energía.

El descubrimiento confirma el valor de la investigación realizada por académicos como el doctor Araneda, cuyo trabajo ha tenido un impacto directo en la física del espacio. Además, resalta la relevancia de las investigaciones desarrolladas en universidades chilenas como la UdeC, que contribuyen significativamente al avance global.

A través de su trabajo, el doctor Araneda no solo ha contribuido al desarrollo de la física teórica y experimental, sino que también continúa formando nuevos científicos que seguirán explorando los misterios del universo. Su labor demuestra cómo las investigaciones académicas locales pueden tener repercusiones en la comprensión global de fenómenos complejos, y cómo la ciencia continúa siendo un motor de investigación.