28/03/2024

El Fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur y nuestro clima: ¿una relación cambiante?

 

Entrando al invierno 2019, Concepción se afronta a la visita inminente de un invitado conocido pero no entendido por gran parte de los penquistas: El Fenómeno del Niño, Oscilación del Sur (ENOS), componente relevante del sistema climático global y causante de inviernos históricamente más lluviosos, aunque menos fríos en la zona centro sur del país

Pero ¿Qué es el fenómeno de El Niño?

El ENOS se define como una interacción del sistema oceánico y atmosférico en el Océano Pacífico, que altera de forma semiperiódica las temperaturas superficiales del mar, particularmente en el Pacífico ecuatorial, en sus zonas centro y este. Un evento de El Niño, a diferencia del fenómeno de La Niña, se caracteriza por exhibir temperaturas superficiales del agua más cálidas que lo esperado en estas regiones.

De esta manera, el aire que está sobre la superficie del mar también se vuelva más cálido, por lo que asciende y forma nubes, y posteriores lluvias en las zonas aledañas.

El Doctor en Ciencias del Clima y académico del Departamento de Geofísica, Martín Jacques, aclaró que el fenómeno afecta el clima a escala global. “Tenemos documentadas observaciones de muy larga data relacionadas a los efectos de El Niño en distintas partes del mundo, por eso nos consta que incluso en Europa se experimentan consecuencias de la variabilidad climática asociada a ENOS. A estos efectos remotos de una forzante climática los llamamos teleconexiones”.

“En el sistema climático se manifiestan modos de variabilidad temporal en procesos tales como el intercambio de calor entre la atmósfera y el océano. Esto se puede constatar, por ejemplo, al monitorear constantemente el Océano Pacifico, ya que al hacer observaciones durante meses y años, se puede apreciar que aparecen patrones espaciotemporales que son, por así decirlo, casi regulares. El Fenómeno del Niño es uno de ellos, pues puede ocurrir en un período típico de 2 a 7 años, aunque también eso podría variar en un futuro no muy lejano, como consecuencia de perturbaciones antropogénicas”, explicó el docente del Departamento de Geofísica, Martín Jacques.

Según información de la Dirección Meteorológica de Chile, ENOS es una oscilación del sistema océano-atmósfera que interactúa permanentemente con otros modos de variabilidad climática, tales como, por ejemplo, las oscilaciones Madden-Julian y Antártica. Es más, como menciona Martín Jacques, incluso puede ser modificada por el mismo cambio climático. Por ello, cada evento del ENOS puede ser distinto al anterior, de ahí que se necesite monitorear el fenómeno permanentemente, para comprender mejor su naturaleza.

No obstante, por más cambiante que sea el fenómeno, entre eventos del Niño se comparten características esenciales del ENOS, tales como que se altere la temperatura superficial del mar, elevándose, lo que conlleva a que se cree una mayor nubosidad y por lo tanto, un aumento de las precipitaciones.

A nivel regional

Según los pronósticos de Meteorología de Chile, se espera que en la zona caigan 204.2 a 320.4 milímetros de agua para los meses de invierno, lo que está bajo de lo normal para la fecha. Por lo que, a nivel regional se espera que un invierno dominado por un evento El Niño, como sucederá el presente año, sea más lluvioso, aunque con temperaturas menos frías que lo normal.

Sin embargo, tal como señalaba el PhD en Ciencias del Clima, Martín Jacques, esta relación estadística histórica parece ir cambiando con el tiempo. “Empiezan a aparecer excepciones a esta regla a medida que analizamos lo observado en años recientes, por lo que los pronósticos estadísticos van perdiendo validez. De esa forma nos damos cuenta de que la influencia de ENOS en nuestro clima regional es más compleja de lo que pensábamos. Actualizar nuestra comprensión de la forma en que opera el sistema climático es uno de los constante desafíos para los que trabajamos en esta área”, concluyó.

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