CFM se hizo presente en el Día de la Ciencia en Familia
Una amplia participación tuvo la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas en el Carnaval del conocimiento, iniciativa organizada por la Vocalía de Ciencia de la Universidad de Concepción con el fin de acercar esta área del conocimiento a la comunidad.
Familias completas concurrieron el pasado 9 de diciembre al foro de la UdeC para disfrutar, y al mismo tiempo aprender, de las distintas experiencias que científicos de más de 23 organizaciones montaron en sus respectivos stands. Aun cuando el evento, que originalmente fue pensado para el mes pasado, coincidió con las compras navideñas, cientos de personas se dieron el tiempo para formar parte del carnaval.
Y la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas no quiso estar al margen de la fiesta. Seis colectivos conformados por docentes, alumnos y ex alumnos de pre y postgrado de la Facultad participaron en la actividad con sus diferentes muestras concebidas con mucho tiempo y esfuerzo con el objetivo de mostrarle a la comunidad lo sorprendente y divertidas que pueden ser las ciencias. Concretamente, estas agrupaciones son el EDA, La Cosa Amorfa, Magia y Ciencia, MIRO, las carreras de Licenciatura en Matemáticas e Ingeniería Civil Matemática.
Matías Soto, docente de la Facultad y creador de La Cosa Amorfa, entregó sus impresiones respecto del desarrollo del evento en relación con el público. “Para nosotros, la experiencia fue reconfortante. Pudimos ver cómo la gente se sorprendía con lo que mostrábamos. Particularmente, yo quedé con una sensación de satisfacción plena al darme cuenta del asombro de las personas”, indicó el académico.
La Cosa Amorfa, cuya misión es, en palabras de su creador, “mostrar de manera diferente conceptos que suelen ser profundos tratando de llevarlos a la vida cotidiana”, concentra sus esfuerzos durante el año en “encantar a niñas y niños con la ciencia”. No obstante, en esta oportunidad, y al igual que las distintas organizaciones, pudieron hacer esto con personas de todas las edades.
“Al Carnaval asistió toda la familia. Padres e hijos participaron de las experiencias. Por ejemplo, estudiamos impulsos eléctricos y las personas por sí mismas se dieron cuenta de que el cuerpo humano funciona a partir de éstos. Porque para explicarlo utilizamos un mecanismo que se conoce como interfaz humano-humano, o sea, yo a través de un movimiento físico podía controlar el movimiento de otra persona. Y eso fue realmente alucinante para todo el público”, relató el docente.
Sobre la importancia de hacer divulgación científica para la comunidad, el profesor Soto hizo la siguiente reflexión: “Siempre he pensado que la ciencia tiene que ser como el arte en el sentido de que tiene que ser algo cultural. Un país sin ciencia no es nada. No hay desarrollo si no hay ciencia. Por eso la gente tiene que acercarse a la ciencia, no asustarse de ella, porque es maravillosa y, al mismo tiempo, es necesaria para construir un país mejor”.
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