Nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología; nuevos desafíos
Como parte de los compromisos presidenciales, la mandataria Michelle Bachelet firmó la ley que aprobó el Ministerio de Ciencia y Tecnología. De esta manera, el Estado pretende potenciar el desarrollo científico, tecnológico e investigativo del país.
Los objetivos de esta nueva cartera ministerial son impulsar de manera óptima el quehacer investigativo y la innovación tecnológica; potenciar el desarrollo e inserción de los actuales y futuros científicos; y por último, acercar el trabajo científico-tecnológico e innovativo a la comunidad, junto con plantear y ejecutar las medidas que favorezcan la labor científica en base a los actuales desafíos y oportunidades.
Respecto a este nuevo ministerio, el académico del Departamento de Ingeniería Matemática y Director del Centro de Investigación en Ingeniería Matemática (CI²MA), Dr. Gabriel Gatica, comentó que si bien considera necesaria esta nueva instancia, advierte sobre los eventuales excesos. “Por un lado, creo que es bueno que se haga un ordenamiento de todos los canales de apoyo a la actividad investigativa. Sin embargo, en mi opinión, no es llegar y pedir toda la plata que queramos. Soy de la idea de que antes de decidir cuánto dinero más hay que agregar a ciencia y tecnología, hay que ver cómo se distribuyen actualmente los fondos que ya existen. Yo creo que se debe redistribuir de mejor manera, y luego poner el recurso fresco que falte”.
En relación a lo anterior, el académico agregó que “se debe realizar un estudio serio respecto a qué requisitos de postulación hay que establecer para cada uno de los fondos disponibles; en particular, habría que cautelar las compatibilidades o incompatibilidades entre un fondo y otro, porque bien sabemos: los recursos no son ilimitados”.
Ahora bien, respecto a las distintas fuentes ministeriales de apoyo a la investigación, el profesor Gatica reserva algunas dudas. “No tengo claro a priori si es imprescindible o no que sigan existiendo otras instancias de financiamiento, esto es, que siga por ejemplo el ministerio de economía patrocinando los proyectos milenio, y el ministerio de educación asistiendo a través de sus convenios de desempeño y otras iniciativas. La idea de que en primera instancia un solo ministerio canalice todas las iniciativas posibles y los recursos respectivos me resulta atractivo porque se puede ordenar, compatibilizar, y establecer prioridades. Sin embargo, tampoco creo que sea malo que sigan existiendo fuentes de financiamiento alternativas.”
Así también, el Dr. Gatica dijo que “lo otro que me gustaría, es que el ministerio incluyera una subsecretaría de posgrado, o de educación superior; ya que todo lo que es investigación, por lo menos en las universidades, está asociada a los posgrados, y más precisamente a los doctorados. Entonces, probablemente este ministerio tendría que emular también al Conicyt actual en ese aspecto, es decir, gestionar todos los proceso de becas y los proyectos de investigación”.
De igual manera, el profesor Gatica afirmó que Chile está bien posicionado a nivel Latinoamericano en cuanto al apoyo para ciencia y tecnología. En una columna publicada por el Diario El Sur, el académico señaló que si bien la situación no es la más óptima, si existe un respaldo significativo, muy superior al de varios países de la OCDE; tal como los programas que otorgan becas a estudiantes extranjeros y que financian las estadías de los científicos nacionales fuera del país.
Por su lado, el académico del Departamento de Física, Dr. Fernando Izaurieta, señaló que esta nueva cartera es un potencial aporte, además destacó que “un ministerio tiene la capacidad de establecer objetivos y políticas públicas de desarrollo científico y tecnológico a largo plazo. La ciencia y la tecnología son fundamentales para el desarrollo de Chile y no un lujo como algunos parecen creer.”
En cuanto a las principales medidas que debe implantar este ministerio, el profesor Izaurieta enumeró lo siguiente: en primer lugar, se debe “aumentar la inversión en ciencia en forma sustancial. Dentro de la OCDE, Chile tiene el vergonzoso último lugar en inversión científica y tecnológica como porcentaje del PIB; el total de inversión apenas alcanza el 0,35%. En la situación actual, la inversión estatal en Ciencia es un mero asunto cosmético para que no se diga que Chile no invierte en el desarrollo científico. Eso debe cambiar completamente.”
En segundo lugar, el Dr. Izaurieta se refirió a los fondos asignados. “En Conicyt se ha creado una maraña burocrática incomprensible e ineficaz en la forma de distribuir los escasos fondos existentes. Este proceso debe simplificarse, y sobretodo no tener a Contraloría poniendo trabas burocráticas absurdas a cada paso; eso debe cambiar de raíz.”
Asimismo, el profesor Izaurieta fue categórico respecto a la situación laboral de los científicos: “se necesita en forma urgente un programa de inserción laboral para investigadores científicos jóvenes. En este momento las personas más brillantes, mejor calificadas de Chile y con un potencial enorme encuentran una dificultad muy grande para encontrar un trabajo estable. Tenemos muy buenos científicos, investigadores jóvenes llenos de ganas de hacer crecer al país, pero el mundo empresarial está abocado a la extracción de materias primas básicas y no tiene ni la capacidad ni el deseo de innovar. Hay demasiada gente altamente calificada trabajando sin acceso a un contrato indefinido o beneficios laborales, lo cual afecta negativamente en especial a las mujeres.”
En definitiva, esta nueva ley llegó para ser parte fundamental del desarrollo a nivel país. Con ello, se reconoce desde el Estado que la ciencia debe ser pilar en el progreso de Chile. En base a esta nueva visión respecto a la ciencia, cabe destacar las precauciones que postula el profesor Gatica; definir las restricciones necesarias que permitan una adecuada distribución de los recursos.